domingo, 25 de octubre de 2009

ponencias en el concejo municipal

fruto del grupo de estudio el comite juvenil generó unos documentos que se expusieron en la sesion del 24 de cotubre en el concejo municipal , la primer sobre orden publico y jovenes y la segunda sobre seguridad social.

Orden publico y jovenes

Nos dimos a la tarea de desarrollar un análisis como jóvenes de los presupuestos argumentativos de las practicas de seguridad y orden público institucionales en el municipio de Copacabana, dirigidas a la población joven, para lo cual se nos hace completamente necesario comprender la estructuración simbólica que se ha desarrollado en el imaginario colectivo de la población Copacabanense en general (de la que no se salen nuestros gobernantes), al concebir la diferencia del joven como algo drásticamente peligroso. Esta comprensión maniquea que se tienen en el imaginario colectivo ha llevado cada vez más a generar un serio y preocupante estigma social hacia la población joven, esta estigmatización parte desde caracteres de diferencias conductuales y cognitivas, que por ineludible concepción se tienen que tener debido a los contrastes generacionales, ya que existen dinámicas propicias de desarrollo en cada generación.
Esta conjetura nos lleva a tomar una versión teórica de la “diferencia” como ya se expreso anteriormente esta diferencia es completamente ineludible, lo que a nuestro parecer no genera un problema real en sí mismo, el problema se genera con la concepción gubernamental y social de la misma. Al existir modelos de desarrollo personal predeterminados, estos que se proyectan como un esquema conductual dentro del cual se tiene que enmarcar toda la sociedad de un contexto determinado como es el nuestro, estas conceptualizaciones permiten que se generen valoraciones axiológicas sobre las conductas no convencionales, dando vía de esta forma al señalamiento y a la estereotipia. Estereotipia que predispone al sector señalado dentro del contexto tanto a la marginación como al fracaso conductual.
Frederick Williams lo ha demostrado de una manera muy convincente en sus investigaciones en las escuelas norteamericanas, “las personas han de comportarse de acuerdo con el estereotipo al que han sido asignados” si tomamos esto en cuenta, podemos observar claramente que a la población joven en Copacabana, se le ha asignado un estereotipo de carácter problemático, visto desde una concepción peligrosista. Esta concepción general la cual dicta que el joven es un ser peligroso por excelencia, a encaminado políticas coercitivas hacia este sector de la población, esto demuestra la real magnitud del problema que nos atañe como sociedad. Es apenas evidente que en una sociedad conservadora y peligrosista por antonomasia, se tengan concepciones sociales completamente arraigadas de discriminación y señalamiento a la diferencia, lo que genera permanentes dinámicas de exclusión, no obstante esto no es justificación alguna para que los gobernantes en general de Copacabana tomen esta misma actitud, es del todo reprochable que se utilicen pautas morales de convicciones personales como argumento para implementar políticas de coerción ante una población especifica.
Las concepciones peligrosistas que lastimosamente se han estipulado de forma general en los gobernantes, han tenido sus repercusiones contra los jóvenes, en este punto y con un interés íntegramente ilustrativo, se nos hace necesario citar, uno de los más claros ejemplos presentados en nuestro municipio, como lo fue el toque de queda implementado para menores de 18 años en los pasados meses, este ejemplo de persecución juvenil clarifica en buena parte nuestro punto, ya que este toque de queda aprobado dentro del imperativo moral latente en la sociedad, fue una viva muestra de las políticas paternalistas implementadas con base en argumentos morales y maniqueos. No es admisible para nosotros como jóvenes que se desarrollen prácticas coercitivas legitimadas desde lo educativo como lo fue esta, ya que tenemos la más clara convicción de que la coerción no es en ningún punto aceptable como medida educativa.
Esa concepción conductista que establece que el castigo es una herramienta al servicio de la educación, esta reevaluada desde el ámbito educativo y psicológico actual como un planteamiento valido o certero. Con prácticas tales lo único que se logra es que se gesten futuras consecuencias de mayor envergadura, como es el fenómeno de la anomia, si en principio con un propósito supuestamente educativo se implementa la coerción, se crea un choque entre la función simbólica del pensamiento de los perseguidos (en este caso los jóvenes) y la norma implementada, ya que las personas perseguidas no tienen los reales fundamentos argumentativos para hacer un juicio valorativo correcto ( y no tienen por qué tenerlos porque en ningún momento se les ha otorgado), simplemente y como consecuencia chocan en primera instancia con la norma, este problema no lo genera el hecho de querer desacatar la norma, sino que es pragmáticamente imposible que alguien se acoja a una norma sin tener una concepción real y argumentada de por qué hacerlo. La practica anómica es visible del todo cuando los jóvenes se ven perseguidos por una norma que prohíbe algo que la sociedad les enseño a hacer, esta sociedad no puede remediar sus errores ni los baches que la educación conductual y homogenizaste que han querido impartir , por medio de la fuerza .El concepto de anomia se utiliza para determinar cuándo una sociedad no es “funcional” en la medida que sus integrantes no corresponden con las normas y no se comportan voluntariamente de la manera como se les “insinúa” normativamente.
En este orden de ideas, consideramos, que el único camino para generar la transformación estructural que nuestra sociedad necesita, es la tolerancia y el respeto por la diferencia, los jóvenes en Copacabana necesitamos que se nos garantice el derecho a la autodeterminación, necesitamos que se nos entienda como un par para el debate y no que se nos mire con esa visión paternalista que tienen de nosotros , hoy los jóvenes en Copacabana estamos demostrando que la cultura es la mejor arma contra la violencia y la indiferencia. Nos estamos tomando en serio a nosotros mismos y los invitamos a dar esa pelea con nosotros, a transformar esta sociedad con la que nos hemos comprometido ustedes y nosotros por medio del pluralismo, la educación y la cultura, NUNCA POR LA FUERZA...

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